Sé que a veces la vida te presenta situaciones difíciles, como sentirte traícionada o decepcionada en tu relación. Cuando eso sucede, la confianza no solo se quiebra con la otra persona, sino también contigo misma. Es como si, de repente, la base sobre la que construiste tu sentido de identidad se tambaleara.
Cuando hay una traición, el problema ya no es que no podamos confiar en la otra persona, sino que de repente no podemos confiar en nosotras mismas. Ya sea por la traición de alguien que está cerca de nosotros o por la de un extraño. Pero sentimos que alguien ha mentido, ha roto "un contrato". Aunque, a veces, "este pacto" es muy claro: tienes un acuerdo externo al que puedes ceñirte; otras, es solo algo que tú y la otra persona creasteis en secreto o inconscientemente, pero ninguno de vosotros lo debatió. Directamente asumes que la otra persona lo sabe o lo entiende. La sensación de traición se produce cuando se rompe el contrato, pero el problema es que quizás no se ha roto, porque nunca hubo un acuerdo mutuo.
El caso que lo hubiera o no, la sensación es la misma. "Esta persona me ha traicionado". Y esa sensación nos produce un bloqueo profundo, puesto que habíamos depositado nuestra confianza en esa persona. Pero ¿por qué nos sentimos bloqueados? Porque de inmediato una parte de nosotros se ha ido. Descubrimos que nuestra personalidad o sentido del yo es tan inestable como su fundamento. Eso nos hace sentir enfadados, heridos e inseguros, y nos encontramos incapaces de confiar.
Es ese tipo de situaciones las que nos hacen cuestionar la realidad y quiénes somos, porque es en ese tipo de cosas que construimos nuestro sentido del yo. O sea, comenzamos por relacionarnos con otras personas. Entonces creamos una realidad alrededor de ello, y en base a eso sabemos quiénes somos, o creemos que lo sabemos. Pero luego, cuando nuestra frágil realidad se derrumba repentinamente, nos hacemos preguntas como: "¿Quién soy yo? ¿Quién es realmente esta persona? ".
Lo mismo ocurre con las rupturas. Cuando rompemos con alguien, de repente hay un agujero en nuestras vidas, y lo sentimos intensamente porque esa es la parte de nosotros que hemos invertido en la relación. Es la parte que creamos en relación con esa realidad. Entonces, de un momento a otro, se ha ido. Esa realidad ya no existe y ese agujero crea la sensación de traición.
En algunos casos, no es que la realidad creada por la relación fuera una mentira total o no existiera en absoluto, simplemente puede ser que haya cambiado. Aún así, eso nos puede hacer sentirnos inseguros, confundidos y traicionados.
Pero digamos que estás en una relación, y los dos habéis creado límites y contratos y hay una zona de seguridad conocida. Ambos sois vulnerables a veces, pero lo superáis y sabéis quién es quién en relación con el otro. Vosotros habéis creado una realidad mutua.
Después, si uno de vosotros cambia eso inesperadamente o rompe el contrato, la otra persona ya no tiene su ancla respecto con la realidad que ambos construisteis. Se siente perdida. En otros casos, la realidad que construimos alrededor de una relación nunca existió realmente: era una mentira, una realidad falsa. Entonces, si esa realidad falsa fue el fundamento de nuestra identidad ¿qué dice eso acerca de nuestra identidad? Que es falsa, no existe. Entonces, de nuevo nos preguntamos ¿quiénes somos?
La buena noticia es que incluso si lo que creamos fue falso, todavía podemos saber quiénes somos, lo que significa que todavía podemos estar en contacto con nuestra verdadera identidad. El hecho de que la realidad falsa se derrumbara es en realidad algo bueno, porque eso allana el camino para una experiencia genuina de la vida y para nuestro ser real, que es nuestro ser central. Y ahí es cuando ocurre la sanación, cuando podemos aprovechar ese ser central. Porque incluso si la superestructura que creamos fue falsa, el motivo casi siempre se basa en alguna parte de nuestro ser real. La diferencia es que, en lugar de buscar la aceptación y la validación desde el exterior, podemos saber que ya tenemos lo que buscamos y que solo tenemos que aceptarlo y expresarlo. Eso significa asumir la responsabilidad por nosotros mismos, pero también ser compasivo con los demás. Y solo tenemos el derecho de decidir los detalles para nosotros, así como los demás también tienen el derecho de decidir por sí mismos.
No obstante, insisto en que cuando experimentamos la traición como algo que nos sucede, puede bloquear nuestros corazones y hacer que sea difícil confiar nuevamente. El problema es que estamos enfocados en confiar en la otra persona. Se basa en la idea de que sus acciones nunca nos harán daño, pero eso no es posible y no es cierto. Entonces, ¿cómo recuperar esa confianza una vez que esa expectativa se ha roto? Lo que necesitamos es confiar en nosotros mismos.
Necesitamos saber que podemos lidiar con lo que se nos presente, que podemos confiar en nosotros para encontrar las habilidades, el coraje y los recursos. Hasta cierto punto, nuestras expectativas de nosotros mismos y de otros están relacionadas con los arquetipos que llevamos del padre, madre, hijo, cónyuge, amante, amigo, etc. Y eso genera unas expectativas. Así que las expectativas vienen de lo más profundo de nosotros, aunque nuestro entorno las moldea en cierta medida. Y cuando esos arquetipos ideales profundamente alojados son contradichos o destrozados por nuestra experiencia externa, podemos "sentir" una traición. Creeemos que necesitamos ciertas cosas de nuestros padres y cuando no las recibimos, nos sentimos traicionados: "Debería haber recibido amor incondicional. Debería haber sido alimentado. Debería haber sido guiado, etc.” Aunque quizças nuestros propios padres tampoco obtuvieron lo que necesitaban de los suyos. Ese tipo de cosas puede retroceder un largo camino, así que, a menos que tomemos una visión más amplia y resolvamos el problema dentro de nosotros mismos, nos sentiremos heridos y traicionados. Y seguiremos hiriendo y traicionando a otros.
En todos los desafíos que traen las relaciones y a través de su espejo nos conocemos a nosotros mismos. Es decir, descubrimos nuevos aspectos de nosotros mismos.
Este viaje de autoexploración puede ser desafiante, pero también es transformador. A medida que te conoces más profundamente, recuperas la confianza en ti misma y te abres a relaciones más auténticas en el futuro. Estoy aquí para apoyarte en cada paso de este proceso.
Con amor y comprensión,
María Jesús
Hablemos de algo que sé que te preocupa, algo que muchas veces nos impide vivir desde la libertad y la autenticidad: la dificultad de establecer límites en tu relación de pareja. Puede ser que a veces temas expresar tus verdaderas necesidades y deseos porque quieras agradar y evitar etiquetas negativas. Pero, aquí entre nosotras, ¿cuántas veces has sentido que te has abandonado para no parecer "demasiado" o "insensible"?
Esto, tiene raíces en tu propio miedo, ¿verdad? Ese temor profundo de ser malinterpretada, de ser vista como algo que no eres. Este miedo te puede arrastrar a una energía de víctima, donde te puedes sentir desprotegida y atacada. Y es aquí donde los límites se convierten en tu herramienta de empoderamiento.
Es importante recordar que establecer límites no significa recortar la libertad de los demás. Al contrario, es una afirmación de tu propio derecho a la libertad y respeto. Todos poseemos la capacidad de crear vidas satisfactorias sin imponer nada a otros. Este mensaje de límites va más allá de simples reglas; es un llamado al respeto mutuo y a empoderarnos a nosotras mismas.
Ahora, quiero compartir contigo una pequeña lección que he aprendido en mi propio camino. ¿Alguna vez te has sentido atrapada en la creencia de que los ataques son inevitables? Cambiar esa perspectiva puede ser revelador. No estoy sugiriendo que debas quedarte en medio de situaciones dañinas, pero el poder del amor incondicional puede transformar incluso las circunstancias más difíciles. Es como un recordatorio de que el amor incondicional tiene la capacidad de cambiar cualquier situación, ¿no crees?
Y sobre el tema de establecer límites, recuerda, no todos conocen tus límites a menos que los expreses. ¡La comunicación es clave! No es justo dar por sentado que tu pareja sabe lo que estás dispuesta a aceptar o no.
"Solo por hoy crea límites de amor, aceptación y respeto", ¿te suena bien?
En mi curso online "7 días para mejorar tu relación de pareja", profundizo en la importancia de distinguir diferentes tipos de límites. Algunos surgen del miedo, como el aislamiento, pero otros, los más poderosos, nacen desde el amor propio y la autoaceptación, creando un límite de empoderamiento.
Así que, recuerda que al respetarte a ti misma, estás allanando el camino para que los demás hagan lo mismo. ¡Cuánto más te valores, más aprenderán a valorarte!
En conclusión, aqui te dejo 3 puntos que a mi me parecen importantes con respecto a los límites.
1. Los Límites Crean Libertad Mutua:
Al crear límites en tus relaciones, estás comunicando tu deseo de respeto mutuo y libertad individual. Estos límites no coartan la libertad de la otra persona; más bien, refuerzan la idea de que todos merecen espacio y respeto en la relación. Esto fomenta un ambiente de aceptación y empoderamiento para ambas partes.
2. Los Límites Transforman el Miedo en Empoderamiento:
La imposición de límites desde el amor propio y la autoaceptación transforma el miedo en empoderamiento. Al reconocer y comunicar lo que es aceptable para ti, te posicionas desde un lugar de fuerza interior. Este enfoque no solo protege tu bienestar emocional sino que también inspira a otros a hacer lo mismo, creando un ciclo positivo de respeto y crecimiento.
3. Los Límites Pueden Ser Creados desde el Amor y el Miedo:
Es esencial diferenciar entre límites generados por el miedo, como el aislamiento defensivo, y aquellos establecidos desde el amor y la compasión. Al crear límites amorosos, te alejas de la negatividad y conectas con tu esencia de amor puro. Este enfoque no solo fortalece tu presencia, sino que también contribuye al crecimiento y la armonía en las relaciones.
Recuerda que expresar tus límites con claridad y compasión es un acto de amor hacia ti mismo y hacia los demás.
Con amor y respeto,
María Jesús
Quiero compartir contigo algo que a menudo se pasa por alto: la idea de sacrificar constantemente en una relación. A veces, crecemos con la creencia de que para que una relación funcione, debemos estar dispuestos a sacrificar todo. La idea de que ser amados implica dar hasta quedarnos vacíos, y el miedo a ser considerados egoístas nos lleva a sacrificarnos en exceso. Pero, ¿realmente es necesario?
En realidad, esta creencia puede causar estragos y conducir a situaciones injustas. Puede llevar a que la persona que se sacrifica termine sintiéndose pisoteada, donde sus propias necesidades y prioridades son ignoradas. El riesgo es convertirse en un felpudo, perdiendo la propia identidad y cumpliendo los deseos de los demás.
Personalmente, me costó mucho reconocer y sanar este patrón heredado, comprendiendo su origen y las implicaciones en mis relaciones. Vivimos en una sociedad llena de patrones similares, donde a menudo se espera el sacrificio como una ofrenda para obtener amor y aprecio.
Es más, si volvemos la vista atrás en la historia podemos ver cómo nuestros antepasados sacrificaban niños, vírgenes o animales para pedir a los dioses que les otorgaran lo que más querían: ganar la batalla, tener buena cosecha, recobrar la salud… En esencia, esto es una energía de trueque: "yo doy lo que más valoro y a cambio los dioses me dan lo que más quiero". Supongo que este trueque no siempre se cumplía.
Y lo mismo ocurre ahora. Muchas veces, después de hacer el sacrificio no recibímos lo que queremos. En los casos que comentaba antes, se echaban la culpa pensando que habían hecho algo mal, algo que había enfadado a los dioses. Esto implicaba hacer un sacrificio mayor. Hoy en día, la ofrenda se convierte en sacrificar nuestro tiempo, dinero, cuerpo, pensamientos o sueños para ser amados y apreciados. Si nuestro sacrificio no es valorado, podemos pensar que es porque no hemos hecho suficiente, porque debíamos haber dado más. En definitiva, sacrificado más.
Es esencial diferenciar entre sacrificar aspectos de uno mismo (con pérdida y baja autoestima) y ceder de manera equitativa, donde ambas partes dan y reciben igualmente (con madurez emocional y equilibrio personal).
Cuando transcendemos la energía del sacrificio, comprendemos que lo que buscamos no está fuera de nosotros, sino dentro. No necesitamos "comprar" el amor o la aprobación. En una relación, a veces se unen personas que se sacrifican con aquellas que se sienten con derecho a todo. La lección es reconocer el verdadero valor de la vida y de uno mismo, creando una relación interdependiente.
Si alguna vez te has sentido atrapada en este ciclo, estoy aquí para ayudarte a descubrir el poder de no sacrificarte y amar desde la plenitud.
Con aprecio,
María Jesús
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Quiero hablar contigo sobre algo que sé que toca fibras sensibles: la herida del padre ausente y cómo puede afectar nuestras relaciones de pareja. La conexión con nuestros padres es fundamental; necesitamos ser vistos, aceptados y, sobre todo, apoyados. Sin embargo, si has experimentado la ausencia de ese apoyo paterno, sé que puede influir en diferentes aspectos de tu vida adulta.
Si sientes que no recibiste el amor ni el respaldo de tu padre, es probable que lleves una herida profunda que clama por sanar. Llevo más de 20 años trabajando con personas que enfrentan este tipo de desafío, y he observado cómo esta carencia afecta sus relaciones y persiste en su sufrimiento.
Cuando no comprendemos el comportamiento de nuestro padre, es fácil caer en el juicio. El miedo puede surgir, y a menudo optamos por desconectar para evitar enfrentar esa herida. Sin embargo, esa no es la solución ideal. Es esencial comprender lo que está sucediendo, explorar la energía de nuestro padre en nuestro interior y discernir si aún resuena en nosotros.
No te desesperes; puedes cambiar esta situación. Si hay algo que no recibiste en tu infancia, tienes el poder de proporcionártelo ahora. Si estás interesada en saber cómo, estaré encantada de guiarte en este proceso.
Recuerda, tu bienestar y la sanación de estas heridas pueden transformar tus relaciones de pareja y brindarte la conexión y el apoyo que mereces.
La herida del padre ausente puede tener un impacto significativo en las relaciones de pareja. Aquí hay tres puntos clave que describen cómo esta herida puede afectar dichas relaciones:
Búsqueda de Validación y Aprobación:Las personas con la herida del padre ausente pueden buscar constantemente validación y aprobación en sus relaciones de pareja. La falta de apoyo paterno puede generar una profunda necesidad de ser reconocido y aceptado, y esto puede traducirse en una dependencia emocional en la pareja para llenar ese vacío. Esta búsqueda constante de validación puede generar tensiones y expectativas poco realistas en la relación.
Patrones de Desconexión Emocional:La ausencia de apoyo emocional del padre puede llevar a patrones de desconexión emocional en la relación de pareja. Las personas afectadas pueden experimentar dificultades para expresar y recibir afecto de manera saludable. La resistencia a abrirse emocionalmente puede generar barreras en la intimidad emocional, dificultando la construcción de una conexión profunda y significativa con la pareja.
Miedo al Abandono y la Inseguridad:La herida del padre ausente a menudo se asocia con el miedo al abandono y la inseguridad en las relaciones. Aquellas personas que han experimentado la falta de apoyo paterno pueden llevar consigo un temor subyacente de ser abandonadas o no ser lo suficientemente valiosas para ser amadas. Este miedo puede manifestarse en comportamientos como la sobredependencia emocional o la evitación del compromiso, afectando la estabilidad y la confianza en la relación de pareja.
Es importante destacar que la herida del padre ausente no determina el destino de una relación, pero tomar conciencia de estos patrones y trabajar en la sanación emocional puede ser fundamental para construir relaciones saludables y satisfactorias.
Con empatía y apoyo,
María Jesús
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Quiero hablarte sobre algo que sé que resuena contigo: la honestidad en las relaciones. ¿Te has encontrado alguna vez en una situación en la que sientes que tu pareja no está siendo del todo honesta? Esa sensación incómoda que se agita en tu interior, que te hace dudar y cuestionarte.
En toda relación, existe una energía invisible que nos conecta con la otra persona y con lo que sucede entre nosotros. Cuando esa conexión se ve amenazada por la falta de honestidad, tu intuición te alerta. Algo dentro de ti sabe que algo no está bien, y tú también lo percibes.
La elección está en tus manos. Puedes optar por negarlo, fingir que todo está bien, o incluso convencerte de que estás equivocado/a. Este proceso te desconecta de tu intuición, haciéndote dudar de ti mismo/a y, en última instancia, afectando tu autoestima. Y no estás solo/a en esto; la falta de honestidad puede afectar la autoestima de cualquiera que viva una situación similar.
En situaciones más complicadas, la persona que no es honesta puede descalificar a la otra como "loca" o "paranoica". ¿Te ha sucedido? Pueden tildarte de "celoso/a" y, lamentablemente, podrías llegar a creértelo, asumiendo una culpa que no es tuya. Pero la verdad siempre sale a la luz, tarde o temprano.
Estar en una relación donde la honestidad escasea nos mantiene en alerta constante, buscando pruebas para confirmar nuestras sospechas y demostrar que no estamos siendo paranoicos/as. Este ciclo peligroso puede convertirse en una obsesión que afecta nuestra autoestima y, eventualmente, puede influir negativamente en futuras relaciones.
Es crucial romper este ciclo por nuestro bienestar emocional. Las experiencias pasadas no sanadas pueden afectar nuestras relaciones futuras, creando desconfianza y paranoia. Por eso, es esencial identificar este patrón y buscar la salida para evitar convertirnos en personas obsesivas con quienes no lo merecen.
Por otro lado, cuando encuentras a alguien realmente honesto contigo, sientes seguridad y una conexión emocional saludable. No hay espacio para los celos ni la desconfianza. La comunicación es sincera, y cualquier duda se aborda con apertura y respeto.
Recuerda siempre cuidar de tu bienestar emocional en las relaciones. Mereces una conexión genuina basada en la honestidad y el respeto mutuo.
Con empatía y autenticidad,
María Jesús
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Una dinámica que probablemente surge en tu relación de pareja con regularidad es la misma pelea que se repite en bucle. Es como si cada uno estuviese hablando lenguas distintas. Ni se oye ni se entiende a la otra persona. Emocionalmente os metéis en el territorio de las heridas inconscientes donde la lógica no funciona y surge un dolor que no pertenence a la relación en si pero que se muestra en la relación.
A menudo, nos encontramos lidiando con el dolor de maneras indirectas, creando comportamientos y situaciones que nos conectan con ese dolor de una manera más sutil. ¿Por qué optamos por conductas destructivas en lugar de constructivas para lidiar con nuestro dolor? La respuesta radica en la desconexión con nuestras emociones internas. Proyectamos el dolor hacia el exterior, culpando a nuestra pareja por nuestras reacciones y situaciones dolorosas.
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El dolor, a menudo oculto y enterrado, busca salir a la superficie de diversas maneras. Reconocer y comprender estos hábitos destructivos es crucial para tu crecimiento personal. ¿Te encuentras en un ciclo de comportamientos autodestructivos? Este curso te brindará la orientación necesaria para romper ese ciclo y crear hábitos más saludables.
Recuerda, cada acción, ya sea constructiva o destructiva, es una forma de amarnos a nosotros mismos. Aprender a canalizar ese amor de manera positiva es clave para construir una relación de pareja más plena y significativa. El curso "7 Días para Mejorar tu Relación de Pareja" te proporcionará las herramientas para alcanzar ese equilibrio y descubrir tu estado natural en el medio.
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Con Autenticidad,
María Jesús
Estoy segura de que tu relación de pareja no siempre es fácil. Esta es la cruda realidad. Lo primero que debes identificar es si tu relación es tóxica o si simplemente sois dos personas con heridas del pasado sin resolver. Si es tóxica debes irte. Una vez establecido esto lo que queda para que la relación funcione es sanar las heridas del pasado. El ingrediente principal es el compromiso de ambos a cuidar la relación. Crear un espacio emocional seguro, darse cuenta de las heridas del otro y como ser un ancla emocional para el otro. Para que una relación crezca es imperativo que ambas personas se sientan seguras, vistas, amadas, respetadas.
Sé que te puedes estar preguntando, ¿Y esto como se hace? ¿Cómo puedo mejorar mi relación de pareja? Tengo algo que te puede ayudar a identificar estas dinámicas y te proporcionaré las herramientas necesarias para tomar decisiones fundamentales para tu bienestar emocional.
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Lo más esencial en una relación exitosa es el compromiso mutuo. En "7 Días para Mejorar tus Relaciones de Pareja", te enseñaré cómo crear un espacio emocional seguro para ambos, entender las heridas del otro y convertirte en un ancla emocional. Queremos que experimentes la seguridad, la visibilidad, el amor y el respeto que son vitales para el crecimiento de cualquier relación sólida.
Te invito a invertir en tu felicidad y en el fortalecimiento de tu relación. Con mi experiencia como Coach especializada en relaciones de pareja, te brindaré las estrategias y herramientas prácticas que necesitas para construir conexiones más profundas y significativas.
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Con Sinceridad,
María Jesús
Como tu Coach de Relaciones, quiero explorar contigo el ingrediente más vital en la vida: las relaciones de pareja. Pero, a veces puede ser difícil saber cómo elegir a la persona adecuada, rodearnos de una red de apoyo y manejar los desafíos en la convivencia. Pero, sobre todo, quiero compartir contigo la clave para construir una relación de pareja verdaderamente sana y satisfactoria.
Imagina elegir a tu pareja como la pieza perfecta que encaja en tu rompecabezas vital. ¿Cómo lo logramos? Comenzamos por un autoconocimiento profundo. Entender nuestras fortalezas y debilidades nos permite atraer a alguien que complemente nuestra vida en lugar de complicarla.
Nuestro entorno social tiene un impacto significativo, pero en una relación de pareja, la elección del compañero es esencial. La pareja ideal te inspira, te apoya y te desafía a ser la mejor versión de ti misma.
El día a día de la convivencia puede ser todo un reto. Saber lidiar con los conflictos de manera constructiva es fundamental. Comunicación, empatía y habilidades para resolver problemas son clave para mantener una relación saludable.
Pero, ¿cómo construimos una relación de pareja verdaderamente sana? Comienza por conocerte a ti misma. Reconoce tus emociones, miedos y deseos. Descubrir quién eres te permitirá establecer una conexión auténtica y significativa con tu pareja.
A veces, las heridas de nuestra infancia afectan nuestras relaciones en la edad adulta. Abordar estas heridas es clave para sanar y crecer en pareja. Trabajar en ti misma es un regalo tanto para ti como para tu ser querido.
Además de las heridas personales, a veces heredamos patrones disfuncionales. Romper con estos patrones es crucial para construir una relación de pareja más saludable y duradera.
En nuestra búsqueda de una relación de pareja sana, es vital distinguir los arquetipos que influyen en nuestras decisiones. Conociendo estas influencias, podemos tomar decisiones conscientes y alineadas con nuestros valores.
Recuerda, la calidad de una relación de pareja está directamente ligada a la felicidad de ambos. Al trabajar en ti misma y en la relación, puedes vivir una vida en pareja más plena y satisfactoria.
En resumen, la relación de pareja es el corazón de nuestras vidas. Al elegir sabiamente, trabajar en nosotras mismas y manejar los desafíos cotidianos, podemos construir una relación de pareja más sana y significativa. Si estás lista para comenzar este emocionante viaje hacia una relación de pareja extraordinaria, ¡estoy aquí para guiarte!
Para descubrir más sobre cómo mejorar tu relación de pareja y vivir una vida más plena, no dudes en contactarme. ¡Estoy aquí para hacer de tu relación algo extraordinario!
Con cariño y empoderamiento,
María Jesús
Unete a mi curso online "7 Días Para Mejorar Tus Relaciones de Pareja"
A menudo escucho a las personas decir "haré cualquier cosa para mantener la PAZ" y de alguna manera la energía detrás de esta afirmación a veces me resulta inquietante. A menudo, cuando escucho esta declaración, lo que escucho es "haré cualquier cosa para evitar la confrontación". A mi parecer, hay una gran diferencia entre traer la PAZ y evitar la confrontación.
Cuando evitamos algo, proviene de un lugar de miedo dentro de nosotros mismos. Cuando ponemos energía en evitar las cosas, nos escondemos y/o huimos de nuestra verdad. Nos abandonamos a nosotros mismos. Hay muchas razones por las cuales hemos aprendido a abandonarnos a nosotros mismos, a veces es una respuesta automática a cualquier cosa que podamos encontrar incómoda. Puede ser que nunca se nos haya dado la oportunidad de expresar nuestra verdad, puede ser que nunca nos hayamos sentido realmente vistos y escuchados, y como mecanismo de defensa, hemos aprendido a no causar problemas.
Cada vez que nos abandonamos a nosotros mismos, nos alejamos más de nuestro valor y nuestra integridad. Siento que la integridad es un elemento clave en la creación de una paz real. Para estar en un estado de integridad, debemos ser honestos con nosotros mismos y superar la tensión interna que genera división. La integridad exige que estemos en armonía y conscientes de nuestras heridas, pensamientos y sentimientos.
Cuando estamos conectados con nuestra verdadera voz (más fácil de decir que de hacer), se crea la justicia. Solo cuando estamos conectados con esa voz y hemos pasado por el proceso de eliminar las voces internalizadas del exterior, podemos traer la paz.
Muchos de nosotros hemos sido criados bajo la creencia de que si reclamamos realmente nuestra individualidad y nuestro derecho a ser quienes somos, sin censura, somos egoístas. Creo que es egoísta cuando el grupo le pide al individuo que se abandone a sí mismo para complacer y encajar en el grupo. En última instancia, creo que el grupo prosperará al permitir que todos sean quienes son.
Colocamos a las personas en cajas para poder relacionarnos con ellas. Los metemos en "cajas de personas que nos gustan y entendemos" y en "cajas de personas que no nos gustan y no podemos entender". El problema con esto es que para poner a las personas en cajas, también nos colocamos a nosotros mismos en una. Esto disminuye nuestra libertad y nos desconecta de nuestro verdadero yo. Perdemos de vista quiénes somos y quiénes son.
Siento que todos tenemos responsabilidad hacia los demás. Para crear la paz dentro de nosotros, en nuestras comunidades y en el mundo, debemos cuidar de nuestro bienestar. Debemos trabajar en nuestra propia sanación. Cuando alguien nos regala su amor, percepción, voz, sentimientos y pensamientos, están ofreciendo la parte más íntima de sí mismos. Nos dejan verlos de una manera privilegiada. Cuando alguien se muestra, corren el riesgo de ser heridos por nosotros. Se ponen en la posición de ser rechazados y traicionados. Cuando alguien nos muestra su verdadera naturaleza, nos están dando la llave que abre la puerta a su corazón. Cuando alguien se muestra de esta manera, debemos creer en su potencial y apoyar sus sueños. Puede que no entendamos o estemos de acuerdo con su visión, pero la paz cree en lo que es importante para la otra persona.
La paz nunca se crea a través de la separación y la división. La paz se logra aceptando y permitiendo la individualidad. La individualidad consciente es lo que une al grupo.
Todos somos portadores de la llama de la paz. La paz comienza desde adentro. Tu libertad está directamente relacionada con las elecciones que haces. Elige desde tu voz interior. Elige lo que es auténtico para ti. Elige desde el amor. Elige desde la unidad. ¡Elige SER TÚ!
Con Autenticidad,
María Jesús
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¿Has observado si en tu relación de pareja, os estáis alejando el uno del otro? Este es un proceso lento, no ocurre de la noche a la mañana, todo lo que se necesita es guardar un pequeño secreto, ocultar sentimientos de frustración, distraernos con el trabajo, dar por sentada a la otra persona, etc. Si no eres consciente de los pequeños pasos que te alejan de tu pareja, un día sin darte cuenta estarás muy lejos de tu pareja. Entonces la atención se empieza a enfocar en otras cosas y otras personas.
En mi experiencia, la falta de amor nunca es el problema, en cambio, es la falta de atención, compromiso y de intención. A menudo pensamos que el amor por sí solo es suficiente, pero la verdad es que el amor es una semilla que debe ser nutrida por igual por ambas personas en la relación.
Creo que es imperativo mencionar que cuando aparece una dinámica de herida entre dos personas, ambas deben asumir la responsabilidad de su parte para que ocurra la sanación. De lo contrario, la relación quedará estancada.
Las dinámicas de herida incluyen: abandono, rechazo, control, separación, traición, miedo, traumas de la infancia, etc.
En mi experiencia, cada relación pasará por estas dinámicas de herida como una forma de profundizar en el amor. No todas las relaciones sobrevivirán a esto. El coraje, la sabiduría y la compasión son elementos clave para hacer evolucionar la relación. Una relación es una co-creación, por lo tanto, todo lo que surge pertenece a las dos personas.
Hay momentos en la vida en los que debemos cerrar una puerta y abrir una nueva. La vida siempre está cambiando, evolucionando, llevándonos a nuevos espacios, tanto internos como externos. En nuestras relaciones, a veces caemos en la ilusión de que estamos caminando juntos por el mismo camino. La realidad es que nuestros caminos son siempre individuales. En este caminar en solitario, podemos encontrarnos con nuestras parejas en una parada para compartir nuestro camino individual. Nadie puede caminar tu camino por ti y tú no puedes caminar el camino de nadie más. La energía de las relaciones está en constante movimiento. Las relaciones siempre nos piden más conexión, más amor, más verdad. Las relaciones siempre nos guían hacia la autenticidad. Es difícil cuando llega el ciclo del caos, el momento de destruir lo viejo nunca es agradable, pero es necesario para que la relación crezca y se renueve.
Te invito a invertir en tu felicidad y en el fortalecimiento de tu relación. Con mi experiencia como Coach especializada en relaciones de pareja, te brindaré las estrategias y herramientas prácticas que necesitas para construir conexiones más profundas y significativas.
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Cuando estamos en una relación abusiva, puede ser difícil al principio identificar lo que está sucediendo. Podemos acostumbrarnos tanto al abuso que aprendemos a normalizarlo y vivir con él. No todas las formas de abuso son iguales ni se ven iguales. Existe una escala que va desde daños graves que pueden romper potencialmente el alma de alguien hasta un impacto menos perjudicial. Pero, donde sea que encontremos el abuso en esa escala, el abuso sigue siendo abuso. Cualquier forma de abuso busca, de manera intencional o no, desempoderar a la persona. Esto crea un profundo sentido de miedo, donde, para sentirse segura, la víctima necesita comportarse de una manera que no sea auténtica ni libre.
Existen diferentes tipos de abuso, como el verbal, sexual, físico, financiero, discriminación y el abuso psicológico, por nombrar algunos.
Me gustaría hablar de este último. El abuso psicológico puede ser difícil de reconocer. Un abusador psicológico hábil puede ser el lobo vestido de oveja. Parecen tener tu mejor interés en el corazón, pero siempre te llevan hacia donde quieren que vayas. De alguna manera, su superpoder es entrar en tu cabeza para que dejes de escuchar tu voz interior y tu intuición.
La intimidación es el arma de elección de los abusadores psicológicos. Puede ser agresiva (gritos, privación de actividades normales, no permitirte tener contacto con tu red de apoyo, etc.) o puede ser más sutil (como hacerte sentir responsable del bienestar de otra persona, utilizar el chantaje emocional). Una vez que te han manipulado para que creas que eres responsable de algo, que si no actúas de cierta manera "cosas malas suceden a ti o a otros", es el momento en que has perdido por completo la vista de ti mismo y de lo que es verdaderamente importante para ti.
No todos los abusadores psicológicos son personas retorcidas y oscuras. A veces, personas bien intencionadas pueden discriminar, humillar y chantajear emocionalmente a otros porque sienten que son los poseedores de la verdad y la brújula moral. Cuando tenemos creencias fuertes sobre lo que está bien y lo que está mal, podemos caer en la trampa de rechazar todos los que no piensan de la misma manera que nosotros. Solo tenemos que mirar hacia atrás en la historia y ver cómo diferentes grupos de personas han sido juzgadas, discriminadas e incluso asesinadas por sostener una creencia o un estilo de vida diferente. La historia ha demostrado una y otra vez que cualquier forma de discriminación no está en línea con nuestra verdadera naturaleza. De alguna manera, esta es una lección que como humanidad aún no hemos aprendido. Tengo esperanzas de que llegará un día en el que la sed de control y manipulación evolucionará hacia la aceptación, la libertad y la paz.
La función principal de nuestra intuición es alertarnos cuando algo no está bien. A menudo no seguimos nuestra intuición, la desechamos como algo inexacto o ilógico. Y la verdad es que nuestra intuición no es un proceso lógico, es una respuesta visceral y energética a una amenaza. A menudo pasamos por alto las señales de alarma porque desde la infancia nos han entrenado para seguir la lógica como la única forma de sentirnos seguros y resolver problemas. En el ámbito emocional-energético, la lógica no nos brinda mucha perspicacia, al contrario, nos lleva a un estado de confusión y desconexión con nosotros mismos, por lo tanto, buscamos respuestas fuera de nosotros mismos. Cuando hacemos esto, nos volvemos más confusos o adoptamos la verdad de otra persona como la nuestra.
¿Qué podemos hacer si hemos sido víctimas de abuso psicológico? ¿Cómo podemos sanar de las cicatrices de la discriminación, la humillación y el chantaje emocional?
Reconectar con tu intuición y aprender a darle el poder que se merece.
Aprender a escuchar tu voz interior y silenciar el ruido externo.
Trabajar en tu autoestima y crear límites saludables para sentirte seguro.
Dejar ir la culpa poco saludable y el sentido de responsabilidad emocional que la acompaña.
Aprender a ser valiente y decir NO a las amenazas. Observa el panorama completo. Si comprometes tu integridad una vez, es muy fácil hacerlo una y otra vez. Este es el camino que tomas cuando pierdes de vista quién eres y lo que es importante para ti.
Aceptar la realidad de la relación. Requiere mucha energía reconocer que has sido víctima de gaslighting. Por lo general, podemos tener un vínculo co-dependiente muy fuerte con nuestro abusador. De alguna manera, podemos encontrarlo muy difícil aceptar que lo que nos vendieron como "amor y cuidado" fue en realidad "manipulación".
Una de las lecciones más importantes que he aprendido en la vida es nunca actuar por miedo, nunca tomar decisiones importantes en mi vida solo como reacción. He aprendido a hacer una pausa. He aprendido que cuando alguien me presiona para hacer algo, generalmente no están pensando en lo que es mejor para mí, sino en lo que es mejor para ellos. He aprendido a crear espacio para escuchar lo que se siente correcto para mí. He aprendido a decir NO sin tener que explicarme. He aprendido a no comprometer mi verdad. He aprendido a no abandonarme a mí misma. Somos libres. Nuestra esencia es libre. En el momento en que reclamamos nuestra libertad, las cadenas invisibles a nuestro abusador desaparecen. Podemos verlos como todopoderosos, pero es solo una ilusión. Recordemos que nosotros también somos poderosos. Rompamos el ciclo del abuso. Comienza con nosotros.
Con Amor,
María Jesús
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Quiero hablar directamente contigo sobre algo que todos hemos experimentado en algún momento:
Entiendo que atravesar el dolor es un proceso difícil, pero es esencial abrazarlo conscientemente. Esto nos impide convertirnos en víctimas del sufrimiento, con pensamientos recurrentes del tipo "¿Por qué siempre me pasa a mí? ¿Por qué siempre me hacen daño?".
La clave está en aprender de ese dolor para acercarnos a nuestra verdadera esencia. Solo entonces podremos amar incluso nuestras sombras y aceptarnos de verdad.
Cuando logramos ver la oportunidad en el sufrimiento, nuestras reacciones ante las decepciones cambian. Sanamos traumas que arrastramos y que, inevitablemente, afectan nuestras relaciones. Todos tenemos esos traumas, pero la diferencia está en cómo los enfrentamos.
Cuando te encuentres sufriendo, te invito a reflexionar: ¿Viene ese dolor del miedo o del amor? ¿Cuál es tu verdadero propósito tras una decepción? ¿Quieres evitar el sufrimiento o deseas aprender a amar más y mejor? Examina la energía que alimenta tus intenciones y sé consciente de cómo la expresas.
Es fundamental que reconozcas cualquier energía inconsciente que pueda influir en tus propósitos. Pregúntate sobre los sentimientos detrás de tus necesidades y deseos al conocer a alguien. ¿Surgen por carencia de amor? ¿O esconden algo negativo?
A menudo, no comprendemos el verdadero propósito del sufrimiento. Desde mi perspectiva, existen dos tipos: el inconsciente, cuando repetimos patrones dañinos sin darnos cuenta, y el consciente, cuando aceptamos lo que sucede y conectamos con esa parte de nosotros que aún no amamos.
Entonces, te propongo reflexionar: ¿Cuál es la parte de tu inconsciente que emerge para ser amada y aceptada?
Con Autenticidad,
María Jesús
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¿Te suena familiar la sensación de atraer constantemente a hombres con miedo al compromiso? Es como estar atrapada en un bucle, ¿verdad? Si te has preguntado más de una vez: "¿Por qué siempre me pasa lo mismo? ¿Por qué todos desaparecen de repente? ¿Por qué parece que ninguno realmente me quiere?" No estás sola.
Incluso es posible que hayas llegado a pensar que tal vez hiciste algo mal, o que hay algo en ti que no gusta. Pero la verdad es otra: "Atraes a hombres no disponibles porque tú misma no lo estás".
Puede sonar impactante al principio, lo sé. Yo también estuve en ese lugar hace 20 años y alguien me abrió los ojos sobre este patrón. El de estar emocionalmente no disponible, aunque jurara lo contrario. Recuerdo pensar: "Eso no puede ser verdad, estoy buscando una relación a largo plazo. Estoy segura de que estoy disponible emocionalmente. No tiene sentido".
Pero sí lo tiene. Si no estás realmente lista para una relación y para recibir amor, es difícil encontrar a alguien dispuesto a dártelo. Tal vez tu corazón esté cerrado por experiencias pasadas dolorosas, por el miedo a que lo vuelvan a romper. Esto te impide ver a esos hombres que sí están emocionalmente disponibles.
Ten en cuenta que esto puede ser algo inconsciente, quiero decir, que no sepas que está ahi.
Por eso estoy aquí, para ayudarte a romper con ese patrón que limita tus experiencias. Quiero acompañarte en este viaje para que puedas estar lista y abierta a recibir el amor que mereces.
Con empatía y compromiso,
María Jesús
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Me gustaría sumergirnos juntas en un tema que he estado explorando en los últimos meses y que creo que resonará contigo: la vergüenza y su sutil presencia en nuestro lenguaje cotidiano.
En muchas ocasiones, como sociedad, utilizamos el lenguaje de la vergüenza de manera inconsciente, incluso avergonzando a otros o a nosotros mismos sin siquiera ser conscientes de ello. Parece ser algo programado en nuestras mentes desde temprana edad, a veces introducido por nuestros propios padres.
Permíteme compartir un ejemplo: Imagina a Jesús, un niño de 4 años, inmerso en su creatividad, pintando lo que cree ser un maravilloso lienzo en la pared del salón. Su madre, al regresar, le reprende, diciéndole que es "malo". Jesús, confundido y frustrado, reprime su creatividad y asimila que ser creativo es algo malo.
Este tipo de situaciones pueden llevar a que internalicemos que ciertos aspectos de nosotros son malos. Y así, la vergüenza se convierte en parte de nuestra narrativa interna, afectando nuestras relaciones y decisiones.
Es común ver a personas que, bajo la tristeza o la ansiedad, esconden capas de vergüenza. Pero aquí está la clave: creo que la vergüenza se aprende. En algún momento, alguien nos hizo creer que ser nosotros mismos era malo, y para ser amados o aceptados, debíamos reprimir partes de nosotros mismos.
Por ejemplo, cuando usamos etiquetas dualistas como "niño bueno" o "niño malo", detrás de eso hay energía de vergüenza y control. Al utilizar el control, estamos enseñando que el amor es condicional, que solo se dará si se cumple con lo que decimos.
Es vital, como padres y educadores, reconocer nuestros valores internos, enseñar respeto desde el respeto propio y sanar las energías inconscientes que arrastramos. Al liberarnos de etiquetas y permitirnos ser auténticos, encontramos una libertad que nos aleja de la vergüenza.
Entonces, cuando te encuentres usando términos como "bueno" o "malo", pregúntate: ¿Cuál es la energía detrás de esto? ¿Estoy usando el lenguaje de la vergüenza o el lenguaje del amor?
Con cariño y reflexión,
María Jesús
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Hablemos de satisfacer tus necesidades, especialmente cuando se trata de mejorar tu relación de pareja. Como mujer que busca fortalecer su vínculo amoroso, es fundamental comprender que, en cada relación, proyectamos nuestras necesidades, y a veces, puede sentirse que estas no se están satisfaciendo plenamente. Esta falta de satisfacción puede generar una sensación de falta de libertad, como si no pudieras proveerte de todo lo que necesitas.
Como seres humanos, todos tenemos necesidades y, al mismo tiempo, aspectos de nosotros mismos que quizás no nos gustan tanto. Parte del viaje de sanación implica aprender a amarnos cada vez más, incluidas esas partes que aún estamos descubriendo. En este proceso, reconocer que nuestras necesidades son legítimas y merecen ser satisfechas es crucial para cultivar una relación saludable.
En gran medida, nuestras necesidades se centran en la seguridad, pero intentar crear esa seguridad desde el miedo no es sostenible. Cuando creamos una falsa sensación de seguridad basada en el miedo, no hay alineación con nuestra verdadera esencia. La verdadera seguridad proviene de sentirnos auténticamente seguras y protegidas, independientemente de las circunstancias o de quién esté a nuestro lado.
Ahora, hablemos de proveerte a ti misma. La única persona responsable de satisfacer tus necesidades eres tú misma. Esto no solo se trata del lenguaje de la mente, sino también del cuerpo. Cuando encuentras formas de satisfacer las necesidades de tu cuerpo, tu alma puede experimentar una libertad genuina.
Es fundamental comprender que satisfacer tus propias necesidades no es egoísmo en el sentido negativo. Se trata de un "egoísmo espiritual", que implica responsabilidad hacia ti misma. Esto significa que tu primera prioridad es amarte a ti misma y reconocer que eres un ser autosuficiente e individual.
Al distinguir entre tus necesidades personales y aquellas que involucran a tu pareja, estás contribuyendo a un vínculo más equilibrado. Por ejemplo, la necesidad de honestidad puede ser una demanda personal que cada uno debe cumplir consigo mismo, pero también puede ser una necesidad compartida en la relación. Establecer estos límites y comprender las necesidades individuales y compartidas ayuda a crear una base sólida.
Recuerda, al satisfacer tus necesidades personales y comprender las dinámicas de las necesidades compartidas, estás cultivando un amor propio sólido y construyendo una base fuerte para mejorar tu relación de pareja. Al aprender a amarte y cuidarte a ti misma, contribuyes a un vínculo amoroso más equilibrado y satisfactorio.
Si deseas explorar más sobre cómo satisfacer tus necesidades y fortalecer tu relación de pareja, estoy aquí para guiarte en este viaje.
Con amor y apoyo,
Maria Jesús
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Quiero compartir contigo una reflexión profunda sobre el perdón y su conexión con el amor incondicional. A menudo me pregunto si el perdón es lo opuesto a la traición, pero en realidad, es el puente que une ambos extremos. Sin embargo, el perdón a veces lleva consigo un pequeño matiz de poder y un poco de juicio, como si alguien hubiera cometido un error y la otra persona elige perdonar. Ya sea perdonando a otros o a nosotros mismos, persiste ese sentido de juicio que categoriza a las personas como buenas o malas.
En ocasiones, nos sentimos heridos por las acciones de los demás. Pero, al considerar a las personas como seres completos, con partes de amor puro y dolor, podemos mirar más allá de su comportamiento. Tal vez lo que están haciendo sea su única manera de lidiar con el dolor.
La meta es reconocer que la esencia de todos es la misma y que somos amor puro. El amor está presente en todos, incluso cuando alguien se comporta de manera destructiva. Reconocer a esa persona como amor puro, de la misma esencia que todos los demás, puede ser transformador.
A menudo, juzgamos a las personas por su situación actual en lugar de entender de dónde vienen y hacia dónde se dirigen. Cada alma tiene su propio camino de evolución espiritual, y la paciencia y compasión son esenciales. Si alguna vez te encuentras juzgándote a ti misma por tu evolución pasada o futura, recuerda que es parte del viaje.
Explorar el poder del perdón nos permite construir ese puente hacia el amor incondicional, donde comprendemos que todos estamos en un viaje único, cada uno a su propio ritmo.
Aqui te dejo 3 puntos importantes para pasar de la traición al perdón, y del persón al amor incondicional.
Con cariño,
María Jesús
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